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domingo, 22 de agosto de 2010

CON "LICENCIATURA PARA MATAR" - Por el Dr. Esteban Rodríguez Martín (Ginécologo, Miembro de CíViCa y de Ginecólogos por el Derecho a la Vida)

La Consejera de Salud de Andalucía, María Jesús Montero, a diferencia de Bibiana Aido y de Trinidad Jiménez es licenciada en medicina y cirugía. Esta licenciada , en entrevista concedida el 4 de agosto a Europa Press, ha criticado la legítima iniciativa del Consejo Andaluz de Médicos para defender la deontología médica y los derechos fundamentales de los médicos que la ley aprobada por su gobierno, y recurrida ante el tribunal constitucional, trata de violar desde su entrada en vigor el pasado 5 de julio.
Acusa a los médicos de hacer una “campaña ideológica”. Sin embargo la campaña ideológica, contraria a la deontología, es la que hace el partido político que sin aviso preelectoral, cambió una ley de aborto por una ley abortista que considera que matar intencionadamente a un ser humano mediante una interrupción del embarazo es un “derecho reproductivo”. Y que en contra de lo que anunciaba; deja en inseguridad jurídica a los profesionales por resultar ambigua la consideración de qué profesionales son los directamente implicados en cada fase del proceso de los abortos por indicación política, ideológica o social al margen de indicaciones.
La encargada de la sanidad andaluza actua como comisaria política al tratar de impedir la objeción de los médicos a ser convertidos en cómplices y cooperadores necesarios de un proceso conduce a la muerte intencionada de un ser humano. Esta señora, por motivos estrictamente ideológicos y de partido, trata de hacernos creer a los médicos que el aborto es un acto médico. Trata de imponernos su ideología antideontológica y convencernos de que los profesionales que participan en cualquier parte del proceso de interrupción voluntaria del embarazo con intención homicida no tienen una “implicación directa” salvo si son los quirúrgicos verdugos. Trata de convencer a la opinión pública de que lo normal es que los médicos cooperen en facilitar abortos y que el que se niega lo hace por remilgados motivos políticos, religiosos o ideológicos. La realidad,sin embargo, es que el aborto no es un acto único sino un proceso, que no es un proceso médico sino paramédico, y que las motivaciones de los profesionales para oponerse ,al margen de ideologias o creencias particulares sobre las que nadie puede ser obligado a declarar anticipadamente y por escrito, son estrictamente cientificas y deontologicas por obligación y vocación de cumplimiento del deber profesional.
Entendemos que la Ministra de Igualdad y la de Sanidad, que no son médicos, ignoren que nuestro código deontológico establezca en su art.27.3 qué: El médico nunca provocará intencionadamente la muerte de ningún paciente, ni siquiera en caso de petición expresa de este” y que el 24.1 ordene qué “Al ser humano embriofetal enfermo se le debe tratar de acuerdo con las mismas directrices éticas,…, que se aplican a los demás pacientes.
Por ello resulta un insulto a la profesión y a la vocación médica que la Consejera utilice su licenciatura como una "licencia para matar "y que trate de obligar a todo médico andaluz a cooperar en su ideología. Desde el nazismo no habíamos asistido a semejante pertensión de imposición totalitaria a la clase médica desde el poder político.
Su actuación mereceria una firme amonestación por el Consejo Andaluz de Médicos por violar los derechos de los médicos y la deontología que ella, como médico, también está obligada a observar, no solo por el propio código deontológico sino por la ley del Estatuto Marco del Personal Sanitario. Que los colegios de médicos renuncien a sancionar (art 23.1)disciplinariamente a los colegiados que, amparados en una ley estatal, violen la ética médica, no supone una legitimación deontológica de la prática abortista.
Desde Ginecólogos DAV Andalucía pedimos su dimisión por tratar de pervertir la esencia de la ginecología pública andaluza y por su insultante pretensión de apropiarse de nuestras conciencias profesionales abusando del poder que el Estado le concede en virtud de su nombramiento político.
Felicitamos al Consejo Médico Andaluz en su valiente iniciativa mostrándoles públicamente nuestro respaldo y animándolos en su noble defensa de la deontología médica, la dignidad de la maternidad, la del médico y la de la vida humana desde que empieza hasta que acaba.

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