Las píldoras son grageas que contienen productos, generalmente como medicamentos, que se tragan con algo de agua y que, tras pasar por el estómago, se difunden por el organismo. Tomar alguna cosa o producto un día después de que algo haya ocurrido equivale a que, acontecido el hecho y pasados no más de 24 horas, se administre tal sustancia al organismo. La sustancia podría ser lo que se conoce como placebo, pero no es habitual que en los centros farmacéuticos se vendan o distribuyan placebos, más bien, cuanto se dispensa tiene por lógica función la de actuar con beneficio para el organismo.
La denominada “píldora del día después”, ni es placebo ni medicamento, está claro que es un producto ingerido para que haga su efecto dentro de las 24 horas después de haber realizado un acto de cópula y con la finalidad de destruir el embrión derivado de una concepción (embrión en sus primeros estadios de desarrollo si se hubiera producido tal hecho).
La suposición no viene al caso porque el embrión buscado y sobre quien se quiera actuar no es un supuesto. Tanto el término aplicado a la píldora como anticonceptivo como su acción provocada es equívoco porque en sí, la razón de su empleo es la de una acción contraceptiva (contraceptivo oral -CO-) y su acción buscada no es la de evitar concepción previa sino “posterior”: destruir la concepción post- coito que haya tenido lugar (y esto es producir aborto).
La administración de estrógenos y progesterona (en tipo píldoras) son ya considerados (alrededor de 1965) como sustancias que, en elevada cantidad, producen diversas modificaciones en la mujer que las toma y cuyo efecto consiste en acciones de tipo contra la concepción producida (es decir, abortivas aunque se pretenda camuflar). Las hormonas empleadas producen antinaturalmente un freno de las funciones hipotálamo-hipofisarias (TSH y LH) y se altera así la disposición ovárica-uterina (determinación de Efectos Multifactoriales) como: motilidad disminuida de trompas de Falopio, moco denso, freno de proliferación del endometrio y perdida o dificultad de la implantación embrionaria y por todo ello: su muerte . Es humanamente inadmisible (doloroso por donde se mire) y no hay que decir más en calificativo sobre el médico, terapeuta o como se quieran definir interventores que se dediquen a estas irregulares, funestas accione y su propagandas.
La “píldora” aún si lo fuera en un por si acaso no tiene justificación porque se ingiere para destruir lo que pudiera haberse producido. Las farmacias o centros no deben vender sustancias “por si acaso” sino que lo han de hacer en busca de que tengan un efecto beneficioso En términos reales la píldora se ingiere para destruir, aunque se ignore, y aunque si tal situación se llevará a cabo, precisamente por el supuesto y por esto, resulta inmoral e irresponsable. Inmoral porque no es correcto realizar un acto que puede tener graves consecuencias; irresponsable porque no es razonable que la persona que lo lleva a cabo, aún por aquello de que puede no tenerse constancia de lo acontecido, no queda eximida de responsabilidad dado que opera en consecuencia (ya dicen los letrados que el desconocimiento no exime). Vamos como que se van dejando bombas por la calle, porque a lo mejor no explotan o de hacerlo me va a pillar lejos. A la inmoralidad e irresponsabilidad ¿se le podría añadir, en su caso, homicidio por imprudencia o posible imprudente homicidio?, porque esa, es en sí, la función o razón por la que dispone de la “píldora”: eliminación de lo que en propiedad es propio y si no ¿para qué usarla?
Además de lo dicho, el despachar en establecimiento médico-farmacéutico un producto cuya seguridad clínica está en entredicho, es de inmoral vergüenza para cualquier Sanidad pública cuya misión no puede ser la de atacar al organismo humano.. El producto, por tener la condición de anticonceptivo (siguiendo el decir de la propia autoridad que lo autoriza y dispensa) suena a provocación para la OMS (Organización Mundial de la Salud). Que la vida humana comienza en el cigoto es algo que bien se sabe desde las múltiples razones científicas ya aducidas, que lo que se pretende es destruir los efectos de la concepción: lo dice la propia propaganda, y en cuanto a el porqué de su empleo hasta en los colegios, y por desgracia, está difundida su acción.. Es una vergüenza, para el establecimiento y sujetos que distribuyan la píldora, el que contra las razones que le indujeron a seguir su profesión se vea en estar obligado a dispensar el “artefacto” (que bien así se le puede calificar). El mismo prospecto que acompaña al producto no asegura que no puedan tener consecuencias, y más de una de estas, el que podría serlo grave. Pensemos que: Una niña de 12 años, va y pide le sirvan el producto…!qué sonrojo!!. ¿En nombre de qué medida sanitaria puede pedirse que se le dispense, sin razón clínica de alguna cura?. El médico cuando extiende recetas suele decir “dispénsese”, ¿hay médicos que pongan su firma para dispensar algo que da vergüenza sólo de pensarlo?, pues parece que no es fácil, sobre todo porque allí estará su firma y su sonrojo pues bien, así la cosa y entonces: “que se venda en los quioscos”.
Más acá de lo científico y siguiendo la presencia de la niña que la pide por sí sola, se puede suponer una escena en farmacia: -“Hay niña! que vergüenza!, sesgada y ya tan joven! -¿porqué la quieres?” y la niña (tal vez, tan sólo algunas): tan sólo se sonroja…-Digo que ¿No será “para dársela a la perra”? y vuelve a sonrojarse... -Es que me lo ha dicho mi madre… (y se sonroja porque miente).. y se excusa, es que ella no quiso venir porque ya no está “para píldoras” (pues ¡vaya educación!, si eso fuera verdad, luego querremos que esta juventud sea responsable, como curiosamente se escuchó anoche pedirlo en Tv y para nuestros jóvenes uno que, por otro lado, defiende a quienes ”la acción proponen”).
Seguimos, bueno, niña: El día después ¿de qué?, ¿de haber jugado a vender tu inocencia?. El día después de ¿esa fecha incluida de algún primer traspiés?. ¿”Educación ciudadana”, necesitan?, pero, si saben más que Vd. señora ministra!!, y que además, y en parte, hasta se ríen de los comics). – Mira niña-, no te han tomado el pelo es decir, ese tu joven pelo, ausente en experiencia, al que no le han dado formación moral sino sexo; no te han tomado el pelo, no. Te han tomado el voto, hipotecado, y ya tan joven… robada libertad”. Lo peor de tu acción está en que, junto a la irresponsabilidad y llevas la duda y tu vas por ahí dejando tu persona… ¿Dónde estaban tus padres cuando pediste el producto? en muchos casos “no se sabe” y “mejor que no se enteren”. ¡Y se quiere pedir responsabilidad a la ciudadanía!!. Poco importa lo que pase o pasa, el interés evidentemente se centra en esta locura de desvirtuar una Sociedad e introducirla en sensualismos a partir de los cuales se pierde la voluntad y juicio, entonces: ya hipotecados están. Afortunadamente la sociedad reacciona y or supuesto que antes o después reaccionará a tantos improperios (luego puede pasar lo que pasa y quieren prohibir el alcohol y la droga, cuando se están sembrando, aunque se pretenda decir que no). ¿Y a la Sociedad, que se propone?: ¿mover estiércol?. ¡Qué dolor en los padres!, y ¡qué desprecio al conjunto familiar, poco que pesa, y siente y sentirá las mismas adversitas y negativas consecuencias!. ¡Es así el gobernar!! ¿no les dará vergüenza, ni seducir con tanta falsedad sin respeto a lo natural y el educar con tanta carga mental?
Seguimos con la niña: “Pero, y ¿si hubieras concebido?, -y dice la Niña: Pues, no importa… se aprende a mirar para otro lado, “es tan pequeño”…-¿Pequeño?, pero es tan humano como tú.misma (mirada al suelo)… Y tú, que vienes por la píldora, ¿saber lo que produce o si tiene peligros? -Pues dicen que no, ninguno, sólo es por precaución –Una precaución de qué?, - Se sonroja, bueno de, de …-Mira, niña no está bien, lo diga quien lo diga, pero además, sí tiene peligros - Pues me han dicho que no tenga la menor preocupación. -¡Ah, no! pues verás: La “píldora” puede producir entre otras y según las mismas Organizaciones de Salud: Tromboflebitis, cefaleas, hipertensión, trastornos visuales, depresión…y está contraindicada: En casos de embarazo, persona con accidentes cerebro vasculares, cáncer génico, reumatismo con cardiopatía, insuficiencia hepática, glaucoma… y no usarse ni indicada en mujeres por encima de los 40 o las fumadoras o con epilepsias… En su conjunto ya se ve que, aparte de los trastornos ovogénicos y uterinos de su aborto, afecta a diversas funciones generales del organismo con producir afecciones que guardan relación sobre todo con el sistema vascular y las funciones cerebrales, así que no es como para el querer tomarla y “ya está”…-¿Puede Vd. asegurar lo que dice? -Te dije, que así lo confirman cientos de informes de especialistas y Organizaciones de Salud –Y, ¿Con que porcentaje?, ¿me va a tocar a mí? -Vaya!, se ve que te han lavado bien…y bien engañado…¿tomarías algo que pudiera producirte, sólo que pudiera digo, p.e. picores?, ¿Verdad que no?... No se puede administrar algo que pueda ser dañino, no es ni ético ni de consejo clínico, pero es que además en este caso: es en sí abortiva, ¿te lo dijeron o explicaron con claridad?. ¡Quién se hace responsable?, porque tú no tienes edad… (y aquí dejaremos a la imaginación del lector el suponer, y como se quiera, lo que pudo seguir). Como resumen: ¡Qué vergüenza y qué despilfarro educativo!!
Puede creer alguno que está educando para una generación en “progreso”; se está educando para una generación en retroceso y en la que no busca protección del ser “persona”. Parece sólo se encuentran medios de juntarse en musicales, parterres y botellones (es buena esa jovial alegría de algunos, pero muchos, van allí porque no se les ha dado otra cosa; buscan sentirse un “algo”, que así desprotegidos, en soledad y sin valores por quienes debieran ser ejemplo, dicen “no ver sentido…”. Se buscan y se sienten protegidos por el conjunto o masa. Nos dice Freud sobre la masa y como en cierta critica: “Una simple reunión de hombres no constituye una masa…aunque surge la tendencia a la formación de una masa psicológica -Seis- Psicol. de masas). Y, seguimos con la Niña: -Y ¿notas algo? bueno un poco de angustia pero pueda ser, que a lo mejor, es algo psicológico (no es de extrañar criatura porque “contra natura” y procesos mentales no hay quien pueda).. Mira, porque merece la pena lo que dice Freud (en El porvenir de una ilusión -Tres): “..los fenómenos naturales se desarrollan espontáneamente conforme a leyes internas pero los dioses no dejan por ello de seguir siendo dueños y señores de la Naturaleza”. Suena a relato antiguo griego y viene bien porque son palabras escritas por alguien que en el fondo ya sabemos no es sospechoso de cristiandad sino de un racionalismo en parte antirreligioso y con cierto apriorismo empirista (recordamos su tesis doctoral en S.N. -cerebelo y su asombro al comprobar “con sus ojos” que no le habían engañado en el colegio cuando le explicaron en Geografia la situación de la ciudad de Constanza y la Acrópolis ateniense –aquí mucho de la clave del deambular de algunos). Y es que: querer cambiar la naturaleza de las cosas es tan falto de cultura como la vaguedad de la propia intención.
Así, se lleva a las civilizaciones cuesta abajo. Luego, en este, al igual que en otros casos, también se miente, se tergiversa y se confunde, con el decir que “la toma” produce una anticoncepción pero no un aborto, es falso puesto que no se impide el concebir sino la destrucción de lo concebido. Vivir en falsedad, esta de ahora, es una forma más de destrozar las mentes. Por proyecto increíble ¿no hay algo de diabólico?. Si así se ha de educar, y tal es la propuesta difundida, sepámoslo: ¡remueve y se desquicia el sentimiento!!. Vacíos de conciencia, y en un libertinaje, junto al ir manchando el “yo” se va produciendo tensión y confusión mental, la cual sabido es, es tanto mayor cuanto más joven y abierta a la neurosis, Y no se diga que lo que se quieren evitar son males perores; pero ¿qué juicio es ese?, acaso ¿hay algo pero que jugar a destrozar posibles vidas?. ¡Cómo considerar en línea de fiable a quines mientes con sus exposiciones. Le oí decir a alguno: “Y. ¿de la violencia de género, qué?, ¿o no es violencia, aunque lo sea más o menos manifiesta, el suministrar algo que, cuando menos, puede causar molestia a la mujer?”. Claro que, al igual que en la misma línea de otros abortos, como quien sufre es ella…Y ¿si lo concebido, pudiera resultar que lo fuera del sexo femenino, no se ataca a lo propio?. Menuda ideología, florido entendimiento!, perdón por el insulto a los filósofos. Y ¿tienen las farmacias que dispensar “la cosa” por mandato?. ¡Vaya mordaza entonces!; pero ¿qué libertad es la que se difunde?.
Con tanta gravedad, que forma parte del piélago de despropósitos en que nos encontramos, y sin poder evitarlo nos surge la pregunta: ¿Y qué hace el Congreso de Diputados mientras tanto?. Como quien sirve en barra, ¡mandando!: Una de economía o de paro, otra de autonomía en el lenguaje, otra de automóviles, también lo de europeas y sus pymes etc. etc. Son las preocupaciones preocupantes, que bien el que preocupen pero, del ser humano ¿qué?, del conjunto social-humano ¿qué? (o acaso es que es lo mismo productivo). ¿Dónde está el sentido de lo congruencia?. El “seni”, como ese sentido del que antaño se habló y que lleva en su frente el defender lo más auténtico y primordial “nosotros”. Congreso ¿para qué?. Es que: Poca cosa es la píldora, parece que no puede importar tanto a no ser que se cayera en la cuenta de que de aquellos polvos ya nos vendrán los lodos de tormenta en conjunto (y ellos quien los avientan-piénsenlo-)
La píldora, bomba endocrina, y así distribuida es la imprudencia de quien juega con lo ajeno eso más íntimo y libre: embrión. Por fortuna hay quienes en lo íntimo manifiestan su repulsa y así lo hemos oído con agradable escucha a gente de lo más sencilla, simple sirvienta, pero donde conserva el sentido del “saber ser humano”: derechos y obligaciones de ser madre y sello familiar. Los despropósitos acaban manifestando aquel aviso de S. Freud cuando dice que:” La naturaleza no impone la menor limitación a nuestros instintos y nos deja obrar en plena libertad pero, en último término pone también su modo especial de limitarnos (contingencia) Esto es decir que, aquí y por libres: a la mente humana no se la puede alterar indefinidamente porque la propia estructura mental acaba revelándose contra quienes antinaturalmente quisieron alterarla o mal cambiarla y así, porque, en su más propia propiedad: “..la Naturaleza se alza…y presenta una y otra vez a nuestros ojos nuestra debilidad …a la que pretendemos escapar por medio de la obra de la Cultura” (El porvenir de una ilusión. Dos-1914-18). Esto es, decimos ya nosotros: Es mala la Cultura que quiere ir contra lo Natural porque esto mismo acaba volviéndose contra el infractor.
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